“De los maestros que pasaron la depuración tras la guerra, el 25% fue castigado”
A la catedrática Mar del Pozo Andrés se le nota que está entusiasmada con la exposición que ha montado. Madrid, ciudad educadora (Museo de Historia hasta el 1 de septiembre) relata la historia de la educación en Madrid entre 1898 y 1938, una época agitada y que trajo grandes cambios al sector educativo nacional y específicamente madrileño, cuando se creía que la educación lo cambiaría todo. Casi lo consigue, pero la Guerra Civil truncó este propósito de los regeneracionsitas. En la muestra, de la que Del Pozo es comisaria, se recupera un trozo de historia olvidado pero que se considera un referente del proceso de renovación pedagógica que más tarde la República llevaría a su máxima expresión. En estos 40 años que recoge la exposición se sentaron las bases del gran cambio educativo, se construyeron colegios, se inventaron los patios escolares en entornos urbanos y los maestros salieron al extranjero a formarse y empaparse de lo que se hacía fuera. Entre los objetos que se muestran, Del Pozo destaca un par de pequeñas joyas: una foto de Clara Campoamor dando clase de mecanografía como maestra y la cartilla de ahorro escolar (por aquel entonces se estilaban) de María de la O Lejárraga.
¿Qué se va a encontrar el visitante en la exposición?
Intenta recoger una parte de la historia de la educación en Madrid en la que se parte de un momento histórico importantísimo, la pérdida de las colonias, para ver qué movimiento intelectual se generó: el regeneracionismo. En esa reflexión, la educación cumple un papel muy importante. Los regeneracionistas más optimistas piensan que a España la salvará la educación. En ese contexto existe la escuela graduada que tiene un director, sala de profesores, incluso piscina más adelante. Tiene unos espacios que hasta entonces eran desconocidos, pero que se entroncan muy bien con la escuela actual. A partir de 1902 se empiezan a construir edificios escolares. De los 83 que se crearon, hoy siguen en funcionamiento 42 o 43 y todo el material de estas escuelas forma una parte de la exposición. La otra parte son documentos.
¿Hubo algún factor diferenciador en Madrid respecto a otras localidades?
Madrid se empieza a sentir capital. Se construyen obras como el metro, se asientan grupos bancarios, vienen muchos extranjeros durante la I Guerra Mundial. También la boda de Alfonso XIII, y la ciudad quiere mostrar que se preocupa de su educación. Se construyen muchos grupos escolares. Otra diferencia es el modelo de escuela. En Madrid son muy importantes las actividades preprofesionales que se dan en los centros a niños de 12 a 16 años y que estarán presentes en la mayoría de las escuelas públicas, algo que no está tan presente en otros sitios.
En esta época hubo un cambio en las escuelas, una modernización. Seguro que ocurrió en la II República, pero no sé si antes. ¿Cómo empezó?
Se empieza a modernizar la educación desde antes porque hay un movimiento pedagógico internacional, la Escuela Nueva, del que participan los maestros de Madrid. Viajan al extranjero, conocen a otros pedagogos, van al Instituto Samsa de Ginebra, donde estaba el centro de todos los nuevos métodos educativos en Europa. Poco a poco va cambiando la metodología, aunque no les ponen nombre a los métodos en general. Pero se apropian de una serie de ideas identificables con Decroly, aunque ellos no lo llamen así. Vamos viendo cómo paulatinamente hay una renovación pedagógica.
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